Los celos son una emoción compleja que puede surgir en cualquier relación, desencadenando una serie de pensamientos y comportamientos que pueden afectar la conexión emocional entre las parejas.
Hay diversas teorías e investigaciones que intentan dar una explicación a esta emoción y comportamiento en humanos, las más plausibles son:
Teoría Evolutiva:
- La teoría evolutiva sugiere que los celos tienen raíces evolutivas y podrían haber evolucionado como un mecanismo para garantizar la inversión parental y la exclusividad en las relaciones. Esta idea se basa en la obra de autores como David M. Buss, cuyo libro «The Evolution of Desire: Strategies of Human Mating» explora las dinámicas evolutivas de las relaciones humanas.
Teoría de la Inseguridad:
- La teoría de la inseguridad sostiene que los celos están relacionados con la inseguridad personal. Las personas que no se sienten seguras en sí mismas pueden ser más propensas a experimentar celos, ya que perciben amenazas a su autoestima y temen la pérdida de la relación. Esta idea ha sido discutida en varias obras de psicólogos como Robert L. Leahy, autor de «The Jealousy Cure: Learn to Trust, Overcome Possessiveness, and Save Your Relationship.» Esta teoría es una de las más apoyadas por psicólogos, ya que es la base para generar pensamientos y comportamientos propios de los celos, pero es necesario seguir ampliando.
Investigaciones Neurocientíficas:
- La investigación mediante resonancia magnética funcional (fMRI) ha revelado que los celos tienen bases neurobiológicas, involucrando áreas cerebrales emocionales como la amígdala. La dopamina y la oxitocina, neurotransmisores relacionados con las emociones y el sistema de recompensa, también desempeñan un papel en la intensidad de los celos y la conexión emocional. La explicación neurocientífica se centra en cómo el cerebro procesa las amenazas percibidas a través de la amígdala, la corteza prefrontal y los neurotransmisores. Estas amenazas percibidas parten son por ejemplo las objetiva, un exceso de cercanía a una amistad y el preferir realizar la mayoría de las actividades con esta otra persona y no con la misma pareja e incluso dejarle de lado a la pareja en la mayoría de ocasiones; o las subjetivas que un ejemplo podría ser el pensar que si la pareja no respondió un mensaje con la frecuencia que suele hacerlo, que es porque le está siendo infiel seguramente con x persona y en tal lugar, es decir ya un escenario hipotético, ambos ejemplos son procesos psicológicos que el cerebro los identifica por igual como amenaza, por la intensidad de los pensamientos, por lo que todas éstas áreas se activan generando la emoción y la fisiología característica de los celos.
La plasticidad neural y la capacidad del cerebro para cambiar en respuesta a la experiencia, es clave en el tratamiento de los celos. La terapia cognitivo-conductual (TCC), incluida la terapia Racional-Emotiva, aplicada por psicólogos, puede influir de gran manera en la plasticidad neural, cambiando patrones de pensamiento y comportamiento asociados con los celos. Este enfoque demuestra la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar a través de terapia con un psicólogo.
¿Cuándo los celos son normales?
Es normal experimentar ciertos niveles de celos en una relación, pero ¿dónde trazamos la línea entre lo normal y lo perjudicial?
Para evaluar los límites saludables de los celos, se deben considerar pautas generales relacionadas con su origen, intensidad, frecuencia y su impacto en la calidad de vida y la relación. Aunque ciertos niveles de celos son normales ante una amenaza real, llevando a tener una comunicación abierta con la pareja expresando sus sentimientos e incomodidades e identificando acciones saludables para llevar a cabo, como se vió arriba desde una perspectiva de la neurociencia e incluso pueden tener una función desde la teoría evolutiva, la preocupación surge cuando son abrumadores, permanecen a través del tiempo, dificultan la concentración, el comer, el dormir en quien los experimenta, crean escenarios en la mente en los cuales confirman su inseguridad aunque no tengan nada que respalde esto e incluso conducen a comportamientos controladores, acusadores y posesivos. Fortalecer la confianza en uno mismo y en la pareja es esencial. Reconocer y gestionar los celos de manera saludable implica evitar la persecución, la culpabilización y el control excesivo, promoviendo la madurez emocional y la honestidad interna o abordando estos puntos con las herramientas que brinda la terapia con un psicólogo.
El peor de los casos es llegar al extremo que se cataloga como “celopatía”, un patrón de comportamiento patológico y extremo relacionado con los celos en una relación. A menudo se asocia con trastornos de la personalidad, como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno de personalidad por evitación o el trastorno de personalidad por dependencia. Estos trastornos pueden incluir patrones de pensamiento y comportamiento que afectan negativamente las relaciones interpersonales, generando ansiedad, comportamientos extremos de control como persecuciones, uso de GPS sin consentimiento, rastreo de mensaje e incluso grabaciones, violentando los derechos humanos de la pareja, afectando la calidad de vida de quienes lo experimentan, e indudablemente se necesita el apoyo de un psicólogo y en ocasiones apoyo farmacológico.
Algunas recomendaciones:
- Reconocimiento y Aceptación: El primer paso para superar los celos es reconocer y aceptar que están presentes. A través de la terapia con un psicólogo, se aprende a explorar estos sentimientos de manera honesta y a trabajar en nuevas estructuras cognitivas.
- Comunicación Abierta: Fomentar una comunicación abierta con la pareja es esencial. En terapia con psicólogo puedes descubrir cómo expresar tus preocupaciones y miedos de manera constructiva, fortaleciendo la conexión emocional en el proceso.
- Trabajo Individual con un psicólogo: La inseguridad, a menudo vinculada a los celos, puede abordarse a través del trabajo personal. La terapia psicológica o con un psicólogo proporciona herramientas para mejorar la autoestima y la confianza en uno mismo. Si tienes que llegar a extremos de control y posesión será una montaña que jamás terminarás de subir e incluso violentando los derechos humanos básicos de tu pareja a razón de los celos, esto no es calidad de vida ni calidad de relación, mejor haz conciencia y trabaja en ti.
- Identifica cuando ya no es sano: Si notas que en tu relación hay un exceso de control y posesión por parte de tu pareja, lo cual afecta tu autoestima, restringe tus actividades y te hace sentir que constantemente tienes que defenderte, es importante tener en cuenta que proporcionar completa seguridad a alguien que no aborda sus propios problemas puede ser un desafío constante. En estos casos, es crucial que la persona tome consciencia de sus comportamientos y trabaje en ellos por iniciativa propia. Si esto no sucede, podría ser valioso reconsiderar la relación para asegurar tu bienestar emocional y personal. O plantearte tú mismo un proceso con un psicólogo para identificar tus emociones y pensamientos alrededor de esto.
Superar los celos implica reconocer su complejidad y abordarlos de manera consciente. La comunicación abierta, el trabajo en la autoestima y la plasticidad neural ofrecen vías para el cambio. O como se ha mencionado, un apoyo con un psicólogo puede brindar herramientas valiosas. Sin embargo, cuando el control y la posesión se vuelven insalubres, es esencial que la persona responsable tome conciencia y actúe.
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